SV Single Malt: Navegación y comunidad en alta mar.

SV Single Malt: Navegación y comunidad en alta mar.

A medida que los puertos deportivos se precipitan hacia la adopción de un futuro innovador, digital y conectado a la IoT, se suman la preocupación por la pandemia y las mayores medidas de seguridad, que agravan la creciente falta de oportunidades para socializar y compartir habilidades prácticas. Los cruceristas tradicionales, enriquecidos por sus experiencias en alta mar, consideran cómo los puertos deportivos podrían contribuir a conservar los valores de colaboración.

La vida a bordo del SV Single Malt evoca otro mundo; uno con un ritmo diferente. El Amel Sharki 39 está meticulosamente mantenido y el equipo de a bordo es práctico, esencial y de baja tecnología, con el sellador apenas seco alrededor de algunas cornamusas de amarre recientemente instaladas (una condición necesaria para el atraque en el puerto deportivo). Los armadores, Almuth y Edi, son cálidos y hospitalarios, siempre dispuestos a compartir sus historias de la navegación oceánica.

Raroia--Almuth-Otterstedt

Edi se convirtió en un apasionado de la navegación durante su formación como oficial de la marina mercante británica en la Escuela de Navegación de la Universidad de Southampton, antes de convertirse en oficial del ejército suizo. Posteriormente, trabajó ocasionalmente como navegante en los buques escuela de vela Sir Winston Churchill y Malcom Miller. Almuth se embarcó como una completa novata, uniéndose a Edi en Ku?adasi, Turquía. Ya llegado a Gibraltar, Almuth declaró su deseo de dar la vuelta al mundo. Catorce años y medio después, incluyendo más de ocho años en el Pacífico, los dos completaron su circunnavegación.

Sus recuerdos de los viajes se centran en la gente que conocieron, y a menudo muestran cómo las ideas erróneas culturales dieron paso a nuevas y gratificantes experiencias. Desde la aparición en las noticias locales después de que Edi enganchara accidentalmente un torpedo ruso con una ojiva explosiva de 450 kg en una tranquila bahía de Finlandia, hasta el establecimiento de una firme amistad con supuestos piratas, sin duda tienen un rico botín de historias.

El crucero se ha financiado viviendo de sus pensiones y con un uso extremadamente cuidadoso de los recursos a bordo. Esto significa viajar despacio, y con paciencia, admite Almuth; ésta es una habilidad que ha tenido que aprender. A bordo hay pocas de las comodidades modernas de hoy en día, pero la necesidad de desembarcar para encontrar un arroyo para lavar la ropa, les llevó invariablemente a conectar con la gente local, a través de los niños del pueblo. Recuerdan múltiples casos de la inesperada generosidad de extraños y de haber sido invitados a celebraciones familiares. Ellos correspondieron con lo que podían ofrecer y fueron recompensados con fascinantes experiencias culturales.

Socialising-in-the-Marquesas---Almuth-Otterstedt

Llegar a un fondeadero compartido era también, por lo general, una ocasión social, en la que los cruceros colaboraban intercambiando habilidades de reparación, piezas o herramientas, y la camaradería se desarrollaba en las comidas compartidas.

Volviendo a la actualidad, los últimos meses del COVID han generado cifras récord de nuevos barcos, lo que ha supuesto una gran presión sobre los limitados puntos de atraque. Los fondeaderos están abarrotados de grandes multicascos y de aquellos que esperan que se liberen los amarres en los puertos deportivos.  Una vez amarrados en el puerto, los pantalanes suelen estar cerrados, lo que dificulta el paseo y el encuentro con otros cruceros afines. "Poca gente dice que se toma la molestia de saludarse, y se nos echa de nuestro amarre cuando llegan las concentraciones a la ciudad".

Cuando se les pregunta qué se puede hacer para que los puertos deportivos mejoren la calidad de la experiencia de los cruceros de alta mar que los visitan, Edi y Almuth describen cómo unos simples servicios pueden marcar una gran diferencia.  Unas instalaciones de barbacoa o una zona sombreada y resguardada para trabajar o charlar con otros significa que las personas de diferentes barcos pueden comer juntas sin molestar a otros barcos ni provocar un riesgo de incendio. Una reunión básica organizada por el puerto deportivo en torno a las celebraciones tradicionales puede marcar la diferencia para sentirse bienvenido y conocer a otros navegantes. Las colaboraciones efectivas de las empresas que operan en un puerto deportivo o que ofrecen servicios a los yates en una zona, pueden brindar los medios, tanto para promocionar los servicios locales a los cruceristas (tomando una copa, naturalmente ????) como para permitir a las tripulaciones intercambiar ideas con los representantes, o incluso entre sí.

El último año ha sido testigo de un enorme aumento de las ventas de embarcaciones, con la reapertura de las rutas offshore a un número récord de navegantes, reforzado por aquellos con planes pospuestos por los confinamientos del COVID. Ante todo esto, quizá convenga que los puertos deportivos encuentren un momento para escuchar a las personas que, en medio del océano, estarán allí con los conocimientos adquiridos y los recursos necesarios para ayudar a otros en el mar.

Imágenes: ©Almuth Otterstedt